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Hace algunas semanas, explicábamos en este blog el fenómeno de drenaje de fondos desde las zonas rurales hacia las urbanas, a través de la práctica bancaria. Poníamos ejemplos basados en las estadísticas del Banco de España en este sentido, y planteábamos tres posibles vías de mejora: banca pública, banca ética, y monedas locales.
No me resisto a continuar este tema, aunque sea brevemente, para señalar cómo esta dinámica se acentúa si entramos en el ámbito de los fondos de inversión, aspecto todavía menos conocido que el anterior. Un ejemplo “de libro” lo tenemos en el Fondo denominado “Rural tecnológico” y gestionado por Gescooperativo, la gestora de fondos del Grupo de las Cajas Rurales españolas. Los datos son concluyentes: este Fondo capta en el medio rural español unos 19 millones de euros, que se invierten en empresas de Silicon Valley (California). Concretamente, las cinco mayores posiciones de este fondo a día de hoy las ocupan Apple, con un peso del 9,5% en la cartera de inversión; la biofarmacéutica Gilead Sciences (9%); Google/Alphabet (8,4%); Wester Digital Corporation (6,3%); y Micron Technology. Es decir, desde el medio rural español se está financiando a las grandes empresas norteamericanas del sector de la informática y las telecomunicaciones.
En España, 43 cajas rurales gestionan del orden de 3.363 millones de euros a través de 44 fondos de inversión…una cifra mareante, mientras al mismo tiempo, se habla tanto de la falta de recursos para las provincias despobladas. Y en Economía, existe el concepto de coste de oportunidad, es decir, ¿qué podría haberse hecho en el medio rural español si esos más de 3000 millones de euros se hubiesen invertido en el mismo medio rural, en lugar de hacerlo en empresas de Silicon Valley, en países emergentes como Brasil o la India, en Singapur o en Telefónica…? Y todo ello, por supuesto, sin contar las cantidades ingentes de dinero que se mueven desde el medio rural hacia todos estos destinos, a través de otros operadores (resto de la banca, agentes de bolsa, etc…).
Es cierto que siempre son necesarios recursos públicos, pero, ¿se habla alguna vez de lo que hacen los propios habitantes de las zonas rurales y despobladas con su dinero? ¿Se ha hablado de esta cuestión en esos importante debates de los foros de despoblación en los que se pide más dinero público, del Senado español o del comité de las Regiones? Creo que el tema, merecería, al menos, ser conocido y debatido.