Hay muchos lobbies en Bruselas, unos de componente o intenciones más oscuras o siniestras, otros más transparentes, solidarios, y preocupados por el bien común. Y hay lobbies casi para todos los temas. Uno de ellos es REVES, la Red Europea de Ciudades y Regiones por la Economía Social. REVES es consciente de que la unión entre economía social y autoridades locales tiene un valor añadido superior al de la clásica colaboración “público-privada”. Dicho de otra manera, la gestión de servicios públicos por parte de cooperativas u otras fórmulas sociales supone centrarse en las personas, mientras la privatización “al uso” supone centrarse en el capital.
Autoridades locales y entidades de economía social comparten principios: inclusión social, no discriminación, sostenibilidad ambiental y arraigo territorial, así como democracia y participación en los modelos de gestión.
Los proyectos de cooperación incluyen servicios de reciclaje, orientación laboral, servicios sociales, formación ocupacional, juventud, cuidado de niños, diálogo e integración intercultural, o transporte público.
Aunque en la red están presentes ciudades y regiones de numerosos países europeos, llama la atención que en la misma no haya ninguna ciudad española, significativo del poco peso que este tipo de iniciativas tienen en los programas de desarrollo local, y su casi nulo papel en la gestión ciudadana de los servicios públicos.