En un post anterior, nos hicimos eco del tema de la despoblación, como una cuestión específica que el gobierno regional de Aragón llevó a los Open Days de Bruselas (7-10 de octubre), en el marco de un seminario más amplio sobre desafíos demográficos en la UE. Asimismo, en otro post mostramos nuestro escepticismo acerca de que la cuestión demográfica vaya a ocupar una posición central en las prioridades de la política regional comunitaria, y por ende en la asignación de fondos 2014-2020.
No obstante, es interesante analizar y comparar cómo analizan y exponen sus problemas y retos las diferentes regiones europeas. En el caso que nos ocupa, podemos conocer las presentaciones realizadas en el seminario “Debate on the future demographic landscape – How to neutralise the negative effects of demographic crises in Europe?”. Allí presentaron su situación y retos las regiones de Aragón y Galicia (España), Opolskie (Polonia), Sajonia (Alemania) y Olomuc (República Checa). Algunas cuestiones llamativas:
- La disparidad en el alcance y contenido de las propias presentaciones: algunas de carácter global y genérico (Aragón, Olomuc) y otras específicamente centradas en un mecanismo concreto que ayuda a paliar el problema demográfico (Galicia y su plan para promover la actividad física entre la población envejecida, Sajonia y su plan para promover la movilidad de los servicios).
- La disparidad de enfoques de trabajo: algunos con un fuerte elemento planificador, dotados de objetivos y metas cuantificadas, y con indicadores de seguimiento y evaluación (Galicia, Opolskie); otras mucho más cualitativas y, para un espectador externo, mucho más en el terreno de las buenas intenciones que de la acción política y de gestión (Aragón, Olomuc).
- La disparidad en cuanto a la ambición: frente a proyectos que (parecen) aspirar a cambiar la dinámica demográfica, el modelo existente (Opolskie), otros parecen resignarse a paliar los efectos más negativos del modelo, pero sin intervenir en su cambio (Aragón, Galicia).
En el caso concreto de Aragón, llama la atención la diferencia de discurso en Bruselas y en casa…o al menos así lo parece, o tal vez el hecho de que haya sido un funcionario de la Comisión adscrito al Gobierno de Aragón, ha hecho que haya cambiado algo la perspectiva…Porque es curioso que en Bruselas se mencionen los parques culturales como vía para el desarrollo rural, cuando el Gobierno de Aragón está recortando anualmente sus asignaciones presupuestarias (que nunca fueron muchas). O que se mencionen buenas prácticas cuya repercusión (y continuidad) en Aragón parecen muy escasas (al margen de su indudable calidad, como el proyecto e-RESATER de telemedicina o el proyecto LIFE “Residuo Cero”) o no pasan por su mejor momento presupuestario.
En resumen, da la impresión de que las cuestiones que desde la UE se perciben como vías de solución para los retos de Aragón, no son percibidos igualmente ni desde los responsables políticos ni por el imaginario colectivo. Ahí es preciso un esfuerzo de coordinación y de consenso que concierne a todos.