Del 26 al 28 de marzo la localidad francesa de Montpellier acoge la celebración del 2º Simposio Internacional científico-técnico Micosylva+. Este encuentro capitaliza los resultados de dos proyectos de cooperación internacional (INTERREG IVB SUDOE) cuyo objetivo es la integración del recurso micológico en la gestión forestal y su valorización socioeconómica en áreas rurales.
En el Encuentro se expondrán las ideas previstas para proyectos futuros y potenciales socios interesados, con la mirada puesta en la idea de la dinamización de la economía local mediante la articulación del medio rural y el urbano a través del recurso micológico y la multifuncionalidad de los bosques. Además de las conferencias sobre resultados del proyecto Micosylva+, se expondrán algunas de las experiencias desarrolladas con el apoyo este proyecto, como la puesta en marcha de marcas de garantía, o la red de mercados micoturísticos, entre otras. También habrá una referencia especial a la valorización del potencial gastronómico de setas y hongos.
Por otro lado, también se abordarán algunas iniciativas territoriales llevadas a cabo en el ámbito geográfico de Micosylva+, como la regulación micológica en España, la puesta en marcha de los parques micológicos, así como los trabajos que se están desarrollando encaminados a constituir en un futuro el Instituto Micológico Europeo.
El programa del seminario puede consultarse aquí.
Aunque es llamativa la vitalidad del sector, no debemos olvidar tampoco las contradicciones del mismo: las dificultades de regulación del turismo micológico, el expolio de los bosques, el recurso a setas congeladas provenientes de Rumanía o de otros países, para cubrir la temporada turística o en época de escasez de recurso autóctono, el carácter todavía opaco de buena parte del mercado trufero….todos ellos son aspectos que requieren un mejor control y gestión.
Por otra parte, cabe recordar que territorios despoblados de la “Serranía Celtibérica” como Soria o Teruel llevan tiempo apostando por la micología y la truficultura como vía para el desarrollo sostenible. Y que los científicos han demostrado incluso la igualdad genética entre las variedades de trufa negra de ambos territorios. Todo ello debe invitar a ampliar la colaboración en proyectos concretos, con independencia de que se siga trabajando en propuestas de mayor calado como las Inversiones Territoriales Integradas ITI, de las que tanto se habla últimamente.