En el caso de Aragón, y de España en general, se suele hablar bastante del “clientelismo” como base del sistema político regional o, para ser más precisos, del sistema de relaciones entre los gobiernos regionales y los Ayuntamientos. Ocasionalmente salen a la prensa denuncias políticas de uno u otro signo, denuncias que normalmente no tienen mucho recorrido…
Evidentemente, la existencia de fondos económicos es condición sine qua non para la práctica de dicho clientelismo, en su caso; y sin duda, la fuerte inyección económica que representan los fondos estructurales y la capacidad de asignación de los mismos por los gobiernos regionales (o supralocales, véase Diputaciones provinciales) llevan al necesario debate sobre si esos fondos están cumpliendo realmente los objetivos para los que la UE los ha diseñado y concedido, o si sirven más bien a intereses tácticos e incluso electoralistas de los gobiernos regionales. Y de ahí se sigue el debate sobre la eficacia final de los fondos estructurales, si vale la pena seguir manteniéndolos en su actual diseño, o si dichos fondos han contribuido a reforzar el status quo imperante en los países del sur (los ahora llamados PIGS) en lugar de modificar la distribución de la renta.
Sobre todo esto hay, en general, poco análisis académico, poca investigación, a pesar de la enorme trascendencia social y económica que tiene. Traemos todo esto a colación, a raíz de un artículo publicado en eldiario.es, cuyo título es “Los gobiernos regionales utilizan fondos europeos para ganar votos“, resumen de un post publicado en un blog de la London School of Economics: dicho post tiene la ventaja de referirse al caso alemán (normalmente, paradigma de la pulcritud económica, de la precisión y de la seriedad en el uso de los fondos públicos…), por lo que tiene la doble ventaja de contribuir a romper ciertos mitos (muchas veces interesadamente difundidos), y al mismo tiempo, crear un espejo a distancia donde podemos ver – en parte reflejadas, en parte intuidas- nuestras propias carencias y debilidades en el manejo de estos fondos europeos. Invitamos a la lectura del mencionado artículo y a la reflexión serena y abierta sobre el uso los fondos europeos en nuestras realidades locales.