Una pyme riojana ha desarrollado “la cama inteligente”, una cama articulada, diseñada para que pacientes con movilidad reducida puedan dirigirla con levísimos movimientos de cabeza, aumentando con ello su autonomía y su calidad de vida. Este producto ha contado con financiación del FP7, el programa Marco de la UE para la I+D++i.
La noticia nos parece interesante por varios motivos:
El primero se refiere al hecho de que “es posible” para una pyme acceder a fondos europeos de I+D+i. Será necesario tener ideas, ser creativo, aportar un valor añadido a la sociedad, y contar con el asesoramiento técnico e institucional preciso, pero es posible.
El segundo se refiere al hecho de que un proyecto de este tipo está destinado a cubrir necesidades muy propias de territorios como Aragón,concretamente necesidades de salud: zonas de población envejecida, con dependientes, con crecientes problemas de movilidad reducida. Este reto social es a su vez fuente y necesidad de innovación; es lo podríamos llamar “desarrollo autocentrado”. Y así se entiende desde la Estrategia 2020. Y a nivel territorial, podemos pensar si preferimos “dejar pasar” las oportunidades, y ver cómo nuestros ancianos utilizan medicamentos o tecnología alemana, austriaca a francesa, o si preferimos ser nosotros quienes desarrollemos estas soluciones, cubriendo la demanda social y generando a su vez empleo de calidad entre nuestros jóvenes.