La Comisión ha adoptado un nuevo reglamento para mejorar la relación con los beneficiarios de los diferentes fondos estructurales. Estos beneficiarios incluyen: Administraciones en general, agentes sociales, ONG,…
Este reglamento surge ante las deficiencias observadas a lo largo de los años en la gestión de los fondos estructurales, algunas de las cuales nos pueden resultar muy familiares a quienes trabajamos con proyectos europeos:
- Falta de transparencia en la selección de quienes representen a las autoridades regionales, locales y otras autoridades públicas, y al resto de beneficiarios, ante la Comisión, o en los comités de seguimiento.
- Interlocutores que carecen de información adecuada y de tiempo suficiente, y a veces incluso de la necesaria formación en idiomas.
- Falta de implicación en todas las fases del proceso, desde la preparación hasta la aplicación, incluyendo la supervisión y la evaluación, de todos los programas y proyectos.
Asimismo, el Reglamento pretende reforzar la asociación, uno de los principios clave de la gestión de los fondos de la Unión Europea, y que supone la estrecha cooperación de las autoridades públicas nacionales, regionales y locales de los Estados miembros con el sector privado y otras partes interesadas.
Hasta ahora, la asociación ha variado considerablemente entre los diferentes Estados miembros, en función de si el marco institucional y la cultura política en un Estado miembro ya eran favorables a la consulta, la participación y el diálogo con las partes interesadas pertinentes. De hecho, muchas veces hemos sido testigos de las dificultades para articular esa colaboración entre Administración, empresas y tercer sector, tanto en el plano jurídico como en el práctico.
Aunque pueda llamar la atención el que determinadas conductas y hechos culturales puedan cambiar por un “decreto”, vamos a darle el necesario recorrido a este Reglamento (que en todo caso deja bastante margen de maniobra a los Estados miembros) y ver hasta qué punto logra los objetivos que se ha propuesto, cosa que, en caso de que así sea, sin duda contribuirá a la mejor gestión de los fondos europeos.