La Comisión Europea ha lanzado, con carácter piloto, el proyecto de “Vales TIC” (ICT Innovation Vouchers). Este mecanismo debe entenderse como parte de las diferentes y más amplias estrategias regionales y locales para la innovación (a su vez, entendiendo ésta como la generalización de las Tecnologías de la Información y la Comuniación -TIC- para crear nuevas empresas, nuevos empleos, mejorar la competitividad de las empresas y reforzar la cohesión territorial de la UE).
Las líneas maestras de esta iniciativa están reflejadas en un Documento de trabajo de la Comisión; algunas ideas centrales son:
- La conexión rápida a Internet y la banda ancha son hoy en día esenciales para la competitividad (esto lo reconoce todo el mundo, pero la realidad es que buena parte del medio rural más despoblado no tiene un acceso rápido y asequible a Internet).
- Aún asumiendo que la presencia digital es clave para la competitividad y el crecimiento de las empresas, son muchas cuya única experiencia se concreta en una web estática, y muy pocas las que utilizan herramientas algo más potentes como una tienda on-line. De hecho, este proceso está sufriendo un retraso generalizado.
- El vale se plantea como un mecanismo ligero (desde el punto de vista administrativo) para facilitar a las microempresas la financiación a servicios digitales avanzados, contando con la colaboración de un órgano de la Administración, y el asesoramiento de empresas especializadas homologadas para este proyecto.
- El mecanismo se entiende flexible, de acuerdo con las prioridades establecidas a nivel regional o local, y como un “traje a medida” para cada empresa.
- El vale se entiende como un microcrédito, que permita además promover el tráfico entre empresas (proveedoras y clientes de TIC).
- Las solicitudes de vales se basarían en una breve memoria (máx. 3 páginas), para cuya elaboración la microempresa contará con asesoramiento externo y gratuito; la contestación será en un máximo de 10 días laborables, y la cantidad máxima a financiar serán 10.000 euros.
- Los mecanismos de financiación y justificación pueden ser asimismo flexibles, manteniendo siempre un esquema de “simplicidad y ligereza”, que es la clave de todo el proceso.
- Aunque no es obligatorio, en nuestra opinión sí es necesaria una aportación financiera de los propios beneficiarios, para reducir posibles abusos y aumentar el compromiso con el proyecto.
- La existencia de una “lista de proveedores” con criterios de transparencia, calidad y homogeneidad, son asimismo claves, en nuestra opinión. De hecho, y también según nuestro criterio, el Documento de la Comisión no hace suficiente hincapié en la necesidad de dicha transparencia.
Como hemos indicado al principio, este mecanismo se ha implementado con carácter piloto en Extremadura y en Murcia. De sus resultados y de sus posibilidades de ampliación seguiremos informando. Asimismo, cabe preguntarse por un papel más activo de agentes locales (diputaciones, Comarcas, mancomunidades, grupos Leader), Cámaras de Comercio, o Asociaciones empresariales con presencia en el territorio.